sábado, septiembre 12, 2009

EL AMOR..

El amor es una cosa demasiado sencilla, basta tener viseras duras y dignidad a prueba de balas, si se reúnen estos dos requisitos lo demás es solo cuestión de adaptarse. Me es incomprensible el marido que se pone celoso del amante que usurpa su cama y posee a su mujer, ¡valla falta de delicadeza y de egoísmo!, como si en esta vida un ser pudiera pertenecer en exclusividad a otro. Si la mujer decide entregarse a brazos ajenos, no ha de ser por falta de aprecio a su formal pareja, ha de ser que su amante en turno no logra satisfacer del todo sus expectativas y esta en busca de una nueva experiencia, por que a fin de cuentas el sexo es solo una necesidad fisiológica mas, tanto como si por haberme gustado la hamburguesa doble western bacon, ahora estuviera condenado a no probar un buen mole poblano. A final del día el sexo es solo cosa de los cuerpos, un aliciente que anima el amor, el amor verdadero es más que un revolcón por las mañanas. Los celos son antinaturales, una invención más del sistema social represivo, cada vez que oigo hablar de ellos no puedo dejar de imaginar que fue un marxista, uno de esos que defienden el derecho a la propiedad privada, si, seguramente fue uno de esos canallas el que invento los celos: celos estupidos e infundados. Al final de cuentas el amor es una cosa muy sencilla, basta dejar el egoísmo y no esperar la exclusividad, aunque a veces también hará falta un buen antiácido.