viernes, abril 22, 2005

UNA FLOR CAMPIRANA

¡Gloria y alabanza a ti, Satán, en las alturas
del Cielo donde tu reinaste y en las profundidades
del infierno, donde, vencido, sueñas en silencio!
¡Haz que mi alma un día, bajo el árbol de la Ciencia,
cerca de ti repose, en la hora en que tu frente
como un templo nuevo, sus ramajes se extenderán!

Charles Baudelaire.