lunes, marzo 13, 2006

FINES PRACTICOS

Una de las premisas inevitables a todo sujeto es la comprensión de los fines prácticos, esto es: aquello que nos sirve como sustento y punto de partida hacia la exploración de cualquier cosa, sea esta intelectual o de carácter meramente lúdico. Es necesario que previo a cualquier situación, establezcamos las condiciones mínimas necesarias en base a las cuales podremos continuar, o acaso empezar.

Así por ejemplo, los griegos alimentaban sus cuerpos con todas las necesidades que pudieran resultar; alimentos, vino, sexo, etcétera, (no precisamente en ese orden si me preguntan a mi) solo cuado eran satisfechos los impulsos vitales, es que era posible el cuestionamiento filosófico, la indagación de carácter intelectual era antecedida por el “banquete” que dejaba a la mente liberada de sus ataduras corporales, sin que esto tenga que ser entendido literalmente, pues en ocasiones, y como decía Rimbaud, el esteta precisa de la exploración de los apetitos también, esto es, extraer del dolor y de las carencias su quintaesencia. Recientemente enferme y lleve mi organismo a su limite para probar un poco del delirio, aunque a decir verdad no hubo mayor situación, solo unos dolores de la fregada y unos días en cama. Otra de estas ideas regulativas provisionales, y de mayor aplicación en todos los tiempos es: la idea de entidades metafísicas, la suposición de la existencia de un, o unos según sea el caso, ser etéreo que crea el mundo y que interviene en los destinos de sus creaciones. El Dios, con todas sus atribuciones y todo el parafernal grupo de sub-creaciones, funge como ente representativo de la duda más grande del ser humano, a saber: su origen. Dios es, en tanto que idea práctica, un consuelo metafísico que permite al hombre, pensarse, comprenderse y sobrevivir -según Nietzsche un desprecio por la vida en tanto que filosofía de la negación, en donde se niega por mientras, el cuerpo, con todas las implicaciones que esto sugiere- .

Todo este choro un tanto cuanto simplista, es el principio para una disertación racional respecto del concepto de pareja, el denominado amor. La existencia de este sentimiento, bien podría ser una mas de las entidades metafísicas generadas por nuestro uso del lenguaje, aunque y para ser honestos, resulta por demás agradable y existen una gran cantidad de utilidades que se nos reportan de estas experiencias, empezare pues, si me lo permiten, y si es que acaso no ya les vale madres esto y mejor buscan alguna cara-bonita en el hi5.

El hombre, por una natural debilidad en su composición, precisa de una tierra fértil donde depositar las esperanzas de sus mañanas, aunque durante el transcurso de la búsqueda de aquella tierra prometida, experimenta con alguno que otro terrenito previamente. La mujer, el símbolo universal de la belleza y de lo mas preciado, en tanto que receptáculo y perpetuador de la especie humana, niega al sujeto la posesión de tan exquisita y anhelada fruta. Ambos se ven inmiscuidos en una lucha constante, en un estira y afloja que redunda en lo que suele ser denominado como amor. Aunque, si se me permite, diré que estos términos y las atribuciones alrededor son mas bien de intelectualidad femenina. Así pues hombres y mujeres buscan su lugar en esta larga e imperecedera cadena de fenómenos y eventos cuasi-primitivos, nace todo un ritual que busca la satisfacción de las dos partes.

Por un lado, la mujer, busca al individuo idealizándolo en una serie de constructos socialmente aceptados que identifican al macho con la figura de autoridad y endulzado con una serie de rasgos emotivos que llenen las expectativas de dichas féminas. Por el otro lado, el hombre, un ser mas racional por supuesto, busca detrás de la mujer algo mas que una compañera y procreadota de la especia, el hombre necesita atender a situaciones practicas, a delimitar sus necesidades elementales y, gradualmente hacer de su compañera un ser mucho mas fino, con conocimientos y quehaceres mas sutiles. No quiero que se malentienda, por que ya se que ahorita dos que tres ya están pegando de gritos y referencias a mi sacrosanta jefa, y no diré que no hay un tono machista en mis ideas, por que, y como bien me conocen, lo mío lo mío lo que se dice lo mío, no es lo políticamente correcto, sino lo que en verdad es, al menos para mi. Así pues el hombre se vuelve un re-educador de su contraparte, intentando hacerle entender a la mujer lo impractico de la monogamia y lo absurdo de la fidelidad, así mismo el hombre conoce un infinito mundo de posibilidades y de contra-argumentos, los cuales en su mayoría radican en creencias que las mujeres han cultivado durante milenios y que no tienen un sustento lo suficientemente racional. No solo es esta la situación en la que se ven envueltos, también, se experimenta el hombre en la contraparte, estar con una mujer, implica pensar como una mujer, para poder extraer de ella aquellos beneficios que espera. No es preciso entender a la mujer, pero se genera un estado de desdoblamiento en el cual se gesta una nueva dimensión, tanto para el hombre como para la mujer.

Como quiera que sea, quiero concluir aquí por ahora, solo manifestando algo: El hombre se relaciona con la mujer por una conveniencia personal, por un suelo sobre el cual partir a sus indagaciones, pero ya no un suelo metafísico, sino un ser en el mundo que complemente su eventual construcción y su proyecto de ser e n el mundo. El hombre atiende mas a la razón –esto no es malo ni machista no sean sordas a lo que digo- y busca fines prácticos, y la mujer en este sentido representa una entidad que debe ser experimentada, es un objeto de conocimiento y una herramienta en la adquisición de experiencias y consecuentemente de realidades.
Dicho todo lo anterior espero me alcancen a entender un poco, esto solo fue un ejercicio y un pensamiento materializado, se que mis palabras son un poco grotescas, pero no se preocupen que a fin de cuentas todos salimos ganando en este juego. Jajajaja Adiós, saludos en especial a las feministas que leen estos textos.