“La eternidad está enamorada de las creaciones del tiempo.” Lo infinito y lo finito son dos cosas compartidas, pues lo finito esta inserto en la infinitud y la infinitud existe solo en referencia de la finitud.
“El acto más sublime consiste en poner otro (acto) ante ti.” La Praxis en su terminología mas pura, pues el hombre contemplativo, aquel que se sienta sobre sus nalgas a pensar el mundo y no lo ve desde la contingencia misma, tiene la terrible desdicha de maldecir y de injuriar y de crear estatutos morales que van en contra de la vida misma, aun sin él saberlo, pues su estaticidad y su poca actividad contradicen la naturaleza de su ser.
“Del agua estancada espera veneno.” “La cisterna contiene; el manantial rebosa.” Esta imagen del agua es recurrente en la filosofía, Heráclito “el llorón” talvez sea el mejor ejemplo, pero en este momento de la lectura de Blake, pienso mas en Nietzsche, pues también hace referencia a las voluntades del individuo, del hombre pues, como las propias que se manifiestan el las constituciones del agua. “El hombre estancado” es el hombre que no crea su destino, el que no forja en las acciones su existencia y que solo es una victima de los destinos impuestos por su Deux (Dios) por su Zeus cristiano que antepone las contingencias y elimina la posibilidad de convertirse en Dios uno mismo. “El manantial” es el supra-hombre, el que no conoce la avaricia, el que rebosa de fuerzas, el que es la vida misma y de derrocha sobre de los demás, y que a su entorno le da la causa de ser. En uno de los libros de Nietzsche se decía que los hombres son predispuestos a la esclavitud a la servidumbre y que solo les hace falta el “referente” el hombre poderoso, el aristócrata, el “señor” (léase amo) para seguirle gustoso y que no sea un “nuevo rico” un ex/siervo el que lo mande. Ese es el superhombre, el señorío que rebosa y que manda y al cual los demás obedecen sin cuestionar, pues entienden y son consecuentes con lo presente, no se entienda aquí; que obedezcan a un destino preexistente, sino, que simplemente son consecuentes.
“El cuervo quisiera que todo fuese negro; el buho, que todo fuese blanco.” La humanidad tiende hacia esa falsa y estúpida división, en la cual toman la porción por el todo y es en base a esto como pretenden fincar toda su realidad, produciendo normas al mas puro estilo Kantiano en donde pretenden que lo hecho y dicho sea a la larga una norma universal, sin entender que en la multiplicidad es en donde se encuentra la posibilidad de lo uno. Terrible sabiduría humana es tan breve y pueblerina que pretende juzgar al lobo por las deficiencias de la oveja, la injusticia recae y el hombre nuevamente finca sus palacios sobre la arena del mar. Mejor será, al estilo Aristotélico, contextualizar las cosas y comprenderlas en su propia realidad, para de allí partir hacia buscar la posibilidad de aplicar nuestras normas y nuestros paradigmas, o bien, comprender la incompatibilidad, y nuestra limitación. ¡Ah! Si tan solo pudiera ser esto claro a los políticos y clérigos, pero ¡Bha! Pobres imbeciles, su limitación es mayúscula, son amputados de la razón, y victimas de su lógica.
“Los antiguos poetas animaban todos los objetos sensibles con dioses o genios….. Hasta que se formó un sistema del cual algunos se aprovecharon para esclavizar al vulgo pretendiendo comprender o abstraer las divinidades mentales de sus objetos. Así comenzó el sacerdocio. Que escogió formas de culto tomándolas de cuentos poéticos. …Hasta que por fin sentenciaron que eran los dioses quienes habían ordenado aquello. …Así los hombres olvidaron que todas las deidades residen en el pecho humano.” Esa es la “génesis” Nietzscheana de la creencia en las divinidades, pero supone un “olvido” un “extravió” en alguna parte de la historia, en donde lo divino, dejo de ser entendido como algo creado y de lo cual el poeta era reificador, dejándosele esta labor al sacerdote, el cual, pronto y debido a su falta de creatividad, se resguardo en la creencia de que él solo era un intermediario y que hacia las veces de relator de los mandatos divinos, dando con eso inicio a una sarta de estupideces y de patrañas apenas y comprensibles, pero desafortunadamente enraizadas hasta nuestros días en las manifestaciones religiosas de todos los tipos. El carácter poético de las situaciones se “olvido” y cobro vida propia aquel armatoste de frases y de metáforas totalmente mortales, posibilitándoles la forma de inmiscuirse en el todo de las cosas y de la existencia. En un fragmento de Nietzsche, se leía a una niña que preguntaba “-¿Mami, es verdad que Dios esta en todas partes y sabe todo de nosotros? - si, es verdad -que indecencia la suya ¿no crees?.” El mito se hizo realidad y aprisiono al que otrora creara al mito. “Cría cuervos y te sacaran los ojos”
“Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombre como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.” El hombre ¡pobre bestia!, con sus 5 sentidos para la percepción se cree en la posibilidad de conocer el mundo, ni aun sus inventos des-humanizantes, con los que pretende la simultaneidad y otras tantas cosas, ni aun con todo eso, lograra entender que el mundo es mucho mas grande que él y que le corresponde solamente el ser parte, y no centro, de la naturaleza. Pero ¡bha! Aunque osado, el intento es bueno, solo hace falta que las capacidades que tenemos sean usadas en su posibilidad y no en nuestra imposibilidad, hace falta que veamos con los oídos y que oigamos con los ojos, hace falta que nuestros sentidos seas llevados a su máxima potenciabilidad. Solo algunos lo logran y es por breve tiempo, para algunos las drogas son el camino, para otros el saber, la música también es usada, pero solo “el camino del exceso nos lleva a la sabiduría” cuando esa frase sea comprendida, no en su manifestación hedonista, sino en toda su realidad, las cosas se nos manifestara.
