miércoles, marzo 02, 2005

El tiempo?

La imagen que antecede a este texto “Persistencia de la memoria” del maestro Salvador Dalí, me hace ver cosas que no sé si se encuentren ahí, pero que en lo personal, es en lo que me hace pensar, me lanza hacia la interpretación, siempre subjetiva, con la finalidad de darle un sentido lírico a la imagen, que ya de por si es bastante lírica, lúdica e irónica.

El devenir es algo que no puede ser controlado, es un suceder del tiempo que no podemos congelar o detener al mas puro estilo hollywoodense, sin embargo, una de las facultades de nuestra capacidad mental, la memoria, pareciera querer contradecir dicho movimiento, se concibe a si misma capaz de abstraerse al tiempo, y busca el momento estático de las cosas. “Pobrecilla de nuestra memoria, de tantas cosas que suceden en nuestra vida y ella se queda, se aferra, a pequeños pedacitos de parcela”.

El paradigma Borgeano, de la circularidad, de lo cíclico y los relojes, queda exento en esta obra, su muerte ha sido inminente. Depuesto el caso sobreviene la soledad, el desamparo, el miedo ante la seguridad de lo que se poseía, pues mal que bien, durante algún instante nos sentimos dueños del tiempo.
Yacen postrados sobre los límites, en los bordes del hombre mismo, aquellas cadenas que le daban certidumbre, aquellos anclajes con el mundo sensual y que ahora simplemente han sido volatilizados.

La memoria persiste en su empeño por retener la vida, por no dejar que se escape en los recuerdos vagos. Mi memoria, ilustre monumento a la ignorancia, tributo en vida al olvido, una cosa que escucho dicen que existe pero que yo no he conocido, la pobreza de mi memoria y de su capacidad de retener recuerdos es mínima. No la critico, hay mas cosas que deseo olvidar que las que pretendo retener.
El tiempo es relativo, el tiempo no existe en el universo, el tiempo es un prejuicio de la racionalidad para impedirse conocer el universo, debemos aprehender a vivir en un tiempo sin tiempo, en un paraíso mental en donde la memoria ya no tendrá cabida por que todo es un eterno presente.